miércoles, 5 de mayo de 2010

El dolor ya no es poético

Esa tarde desde la soledad mas profunda recorde quien soy.
Todo ha cambiado, hasta mi voz.
En el desamparo de un cafe amargo
tranformo el dolor en un bar
para no volar.
Fantasmas aniguos hieren desde siempre.
Impunes palabras destrozan realidades
y estos sueños sensibles buscan el abrazo en flor.
Ha costado el camino cuando herida en el perdon no puedo sino,
escribir eternamene, guardar mi historia en papeles...
¿sabrá el tiempo darles valor?
Esta esquina es tan ausente
que la vida se rompe para no dormir.